El Director Deportivo es el arquitecto de la plantilla y del CT y una vez pasado ese período es un currante en el día a día, donde con sus conocimientos y experiencia es capaz de gestionar un grupo, resolver conflictos, crear una estructura o dar continuidad a un proyecto.

Conocer en profundidad la idiosincrasia del club donde estás, te ayuda a conocer mejor el perfil de jugador que puede dar un buen rendimiento.

Un mismo jugador puede ofrecer 2 rendimientos muy diferentes en función del contexto e incluso, de una temporada a otra en el mismo club puede rendir mejor o peor por el simple hecho de que cambian las circunstancias.

La figura del Director Deportivo tiene máxima importancia a la hora de generar el adecuado clima para el funcionamiento de todas las partes del club. Es mucho más que realizar las incorporaciones.

Desde mi punto de vista, entender y respetar los espacios del entrenador, para generar su máxima expresión como gestor del grupo, es una de las funciones más complejas a la par que importante. A favor de esto, que el entrenador sea partícipe y esté feliz con la plantilla que va a trabajar es fundamental en el caso de que este arranque la temporada.

”En una dirección deportiva donde se planifica, se marcan los objetivos, y se analiza el mercado, para la posterior elección de jugadores, es fundamental estar rodeado de un buen cuerpo técnico, apasionado y profesional, que trabaje en equipo, para desarrollar el modelo de juego y donde la palabra EQUIPO vaya por delante de cualquier YO.

Buenas personas, compañerismo, positividad en vestuario, es empezar ganando.”